TODOS SOMOS ARBOLES

Cada joven está la semilla de nuestro mañana, y si somos capaces de ver en ellos ese árbol en el que queremos que se convierta, debemos de empezar a cultivar esa semilla hoy, con bases y principios fundados en los valores que le ayudarán a encontrar su camino, dejando atrás el ocio y los malos hábitos que vienen de éste.

Todos somos árboles, sin embargo, algunos necesitan más atención y una cercana guía para poder algún día llegar a tocar el cielo; seamos el parteaguas de nuestros jóvenes árboles y cultivémoslos más y mejor hoy, y todos los días, para que den buenos frutos mañana.

La diferencia entre un árbol con las ramas dobladas/caídas, y uno que apunta al cielo, es la oportuna dirección y corrección de rumbo. Un árbol que recibe cultivo a tiempo, crecerá más y con raíces más fuertes que aquel al que se le deje sólo crecer.

¿Què àrbol eres?